

Si un amigo muy tradicional, de los que cada domingo come asado de cordero en casa de mamá, te dice: «Conozco un vegetariano buenísimo, ¡tienes que ir!», descuelga el teléfono en ese instante y haz una reserva, porque el sitio…
Alguien muy querido me dijo un día que la vida es una maleta vacía que debemos llenar. Yo lleno la mía de mis tres grandes pasiones: gastronomía, viajes y diseño. Pero mi maleta es un tanto singular, no le gusta seguir lo establecido. Prefiere extraviarse, descubrir callejuelas escondidas, locales auténticos, recetas autóctonas, casitas perdidas, postales secretas… Porque perderse hace que encuentres cosas increíbles. ¿Quién se atreve a perderse conmigo?
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