¿Has paseado alguna vez por la judería de Uncastillo? Es uno de los mayores tesoros que esconde este pequeño pueblo aragonés de las Cinco Villas, ¡y yo sin saberlo! Es increíble la cantidad de maravillas históricas que tenemos muy cerca y no conocemos. Por suerte, desde Prepyr365 (que se conocen todos los secretos de la zona) me han invitado a hacer una visita guiada por esta judería con la Fundación Uncastillo. ¿Te vienes conmigo?

La Lonja y la Plaza del Mercado, el centro comercial de la comunidad judía
Empezamos la visita en la Lonja Medieval, todos con nuestras mascarillas y las manos desinfectadas, ¡la seguridad ante todo! Juan, nuestro guía, nos abre las puertas de la lonja y de pronto, una corriente de aire fresco sale de su interior. Estamos viajando en el tiempo. La sala principal es impresionante. Paredes completamente de piedra, enormes arcos y vigas centenarias en el techo nos dan la bienvenida.

¿Sabías que cuando se construyó en el siglo XIII era un hospital? Pues sí, pero su situación estratégica al lado de la Plaza del Mercado y de una de las salidas de la ciudad, hizo que se convirtiera en una de las lonjas más prósperas de la zona. Imagínate toda la plaza llena de puestos de artesanos, panaderos, carniceros, hortelanos… y a los prestamistas haciendo negocios dentro de la lonja.
Calle Barrionuevo, el eje del barrio judío
Saliendo por el sur de la Plaza del Mercado llegamos a Barrionuevo, la calle principal sobre la que se asentó el barrio judío allá por el siglo X. Es curioso ver que la calle está integrada dentro del pueblo y no fuera a modo gueto, señal de la buena relación entre judíos y cristianos de Uncastillo. Sin embargo, también era la única calle con 4 puertas que permitían cerrar el barrio por las noches o en caso de revueltas, peligro, enfermedades… que casualidad ¿no? Así que amigos pero con condiciones jeje.


Por aquel entonces, la calle se llamaba Carrera Mayor y era muy distinta. Las entradas a las casas no estaban en la calle principal, sino en los gallizos laterales (calles estrechas) para tener más intimidad como mandaba la tradición judía (los cristianos siempre hemos sido más exhibicionistas jajaja). La población crecía pero el espacio era reducido, no les dejaban extenderse, por eso las casas son tan altas, algunas tenían varios pisos.
Fijándonos bien vemos que en algunas puertas hay unos huecos tapados, son las mezuzahs donde los judíos guardaban su libro sagrado, la torá, y lo tocaban antes de entrar y salir de casa. Cuando los judíos fueron expulsados en 1492, la mayoría fueron tapadas y en su lugar se colocaron cruces para marcar que esa casa ya era cristiana.


Tras la expulsión, las casas se vendieron y los cristianos remodelaron el barrio, convirtiéndolo en lo que es ahora más o menos. Sacaron las entradas de las casas a la calle principal, y aprovecharon los gallizos para ampliar. Algunos fueron convertidos en pasos cubiertos y otros literalmente se los comieron ¡glup! Ya se sabe, ande o no ande, ¡¡casa grande!!


El cementerio judío
El cementerio judío de Uncastillo estuvo oculto hasta hace relativamente poco, cuando una enorme tormenta de verano (o tronada como le decimos aquí) dejó al descubierto el dintel de una entrada con una inscripción hebrea que decía algo así como «éste es el lugar de descanso del pueblo elegido». Los investigadores ataron cabos: estaba fuera del pueblo y separado por un río como manda la tradición judía, que hacía la veces de paso entre el mundo de los vivos y de los muertos. Y además muy cerca de ahí estaba un puente que siempre se ha llamado «el puente de los judíos». Más claro, ¡agua! – dice Juan jajaja

La sinagoga de Uncastillo, una de las más prósperas de Aragón
En pleno centro del barrio está la Sinagoga, centro religioso, social y cultural de la comunidad judía. Además de ser el templo religioso, aquí el rabino firmaba los contratos de buenos usos con el resto de pobladores, se celebraban asambleas, y se enseñaba a los niños a leer y escribir en hebreo.


Era mucho más grande de lo que es ahora, pero tras la expulsión se vendió y se dividió en tres casas particulares. Por eso, no fue descubierta hasta 2001 por Miguel Angel Motis, responsable del Espacio sefarad de Aragón. En el interior, se encontraron dos puertas de entrada (una para mujeres y otra para hombres) orientadas al este, columnas que daban testigo de su grandeza y una enorme tinaja tallada en piedra que pudo ser un mikve donde los judíos realizaban su baños de purificación, o un trujal donde fabricaban su vino sagrado.
La sinagoga de Uncastillo fue una de las más importantes y productivas de todo Aragón. Y por tanto su comunidad judía también. Se sabe que aquí vivían más de 500 judíos, muchísimos para la época. ¿Y sabes cómo se contabilizaban? Por fogajes: desde lo alto del castillo se contaban unas 100 chimeneas, cada chimenea pertenecía a una casa, una familia, y cada familia solía tener una media de 5-6 integrantes… así que echa cuentas…

Pero ¿por qué vinieron tantos judíos a Uncastillo?
Todo es una cuestión de dinero, como siempre… Juan nos cuenta que en plena conquista de los reinos musulmanes, Uncastillo se convirtió en territorio fronterizo, y por lo tanto peligroso. La única forma de asegurar el terreno era poblándolo, pero con el moro acechándoles había que ofrecer alguna ventaja a los pobladores. Así que en 1129 Alfonso I les concede una carta de franquiciado con una serie de libertades: exenciones fiscales, igualdad ante la ley entre cristianos y judíos, y lo más importante los libera del poder de los señores feudales, ¡haciéndolos dueños de sus propios negocios! Y ya se sabe que los judíos eran muy bueno comerciantes. Eso sí, a cambio debían pagar impuestos a la corona. Hecha la ley, hecha la trampa.
Estos son sólo algunos de los secretos que esconde la Judería de Uncastillo, todavía he dejado otros ocultos (si no, no tiene gracia jeje). Si quieres descubrirlos todos, no lo dudes, acércate a este singular pueblo de Las Cinco Villas donde el tiempo se ha detenido. Déjate perder por sus callejuelas , habla con la gente, aquí todos son súper amables y como les tires un poco de la lengua te cuentan un millón de anécdotas. Y sobre todo, reserva la visita guiada con la Fundación Uncastillo, de verdad, MUY MUY RECOMENDABLE!! No se me ocurre mejor plan para pasar una tarde de este extraño verano de post-confinamiento.
¡Muchísimas gracias a Prepyr365 por darme el chivatazo!
Un abrazo!
VISITAS GUIADAS A LA JUDERÍA DE UNCASTILLO
Fundación Uncastillo
Centro del Románico, Plaza del Mercado, 7 Uncastillo (Zaragoza)
Cómo llegar: mapa
976 679 121
info@fundacionuncastillo.com

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