La cocina está de moda, y como consecuencia los cursos de cocina también. Pero hay una pareja que lleva muchos años enseñando a disfrutar de las gastronomía de una manera especial, en el calor de su propia casa en Zaragoza. Bienvenido a los «Encuentros gastronómicos de Joaquín y Ana«.
Los protagonistas:
Joaquín y Ana son un encantador matrimonio que prácticamente ha dedicado toda su vida a la gastronomía. Son los propietarios del Restaurante Uncastello en Uncastillo, uno de los pueblos medievales más bonitos de las Cinco Villas. Su cocina es de origen tradicional pero con un toque de originalidad y sabor que sólo dan los mejores ingredientes. Además, llevan años dando clases de formación a profesionales del sector, de la mano de Horeca.
Pero lejos de las clases, Joaquín y Ana buscaban un formato más íntimo, más informal, una especie de reunión entre amigos a los que les gusta la cocina… Y eso son exactamente los Encuentros gastronómicos: unas reuniones monotemáticas en las que abren su cocina a un grupo reducido de aficionados o «cocinillas» que acaban haciéndose amigos mientras aprenden a cocinar (de hecho muchos repiten varias veces). Ellos lo definen como:
Un lugar dónde disfrutar
con la gastronomía y aprender a cocinar
interesantes platos para luego degustarlos.
La mise en place
Lo primero que te encuentras al llegar es un impresionante despliege de viandas y género sobre la mesa de cocina. Como todo buen cocinero, Joaquín prepara todos los ingredientes necesarios, en las cantidades justas y con el debido tratamiento: pescado limpio, verduras peladas y cortadas, etc. Eso sí, siempre deja un pescado sin limpiar, un carne sin partir o una verdura sin preparar para enseñarte como hacerlo. En mi primer encuentro, la temática era «Setas y trufas» y así lucía nuestra mesa:
Manos a la obra
Después de las presentaciones entre los «cocinillas» toca ponerse a trabajar. Joaquín comienza a explicar paso por paso como realizar las recetas, y pidiendo de vez en cuando la ayuda de algún temerario que se atreve a meter las manos en la masa. De paso, Joaquín nos va desvelando sus mejores trucos, y añadiendo un montón de curiosidades, anécdotas e historias, las que sólo un experto como él ha acumulado a lo largo de su experiencia. Además, le encanta improvisar y añadir sobre la marcha nuevas variaciones o recetas secundarias para aprovechar lo que sobra de las primeras. Cada uno tenemos las recetas impresas en la mesa, pero al final del encuentro todas están llenas de notas, flechas, datos extras, maridajes, salsas alternativas, datos históricos, etc. ¡Vamos, una maravilla!
Emplatar y degustar
Y dos horas después, llega la mejor parte: servir y ¡comer!
Joaquín nos enseña que un plato además de sorprenderte en la boca, debe lucir en el plato. Con un par de detalles y un poco de cuidado, hacemos unos emplatados dignos de un restaurante de renombre. En esta ocasión el menú era:
· Salmonetes con trufas y salsa de frutos rojos
· Patatas con setas, trufas y parmesano
· Pollo al vino dulce con trufas y rissotto de setas
Y ¡a comer se ha dicho! Lo mejor de todo es el momento de la degustación, donde las risas y los comentarios se intercalan con repentinos silencios en los que solo se oye el paladeo de la gente seguido de un «mmmmmmmmm…. ¡¡esto está de muerte!!«
La puerta de Joaquín y Ana está abierta a todo aquél que quiera perfeccionar su cocina y pasar un buen rato entre amigos. Así que ya sabéis, si os he puesto los dientes largos, solo tenéis que estar atentos a su página de Facebook, donde van publicando los diferentes encuentros cada mes, y ¡ser rápidos en reservar que las plazas son limitadas!
¡Todos a cocinar!

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