Si te gusta la moda y tienes un estilo personal y diferente no puedes dejar de ver la extravagante exposición que acoge desde el pasado 28 de febrero el Museo del Traje de Madrid. Las propuestas de moda más arriesgadas de los últimos cincuenta años se dan cita en La moda imposible, una exposición que descubre las creaciones más innovadoras de la moda desde 1960 hasta 2010.
Esta exposición, concebida en torno a cuatro líneas temáticas: materiales, colores, estructuras y mensajes, nace con la intención de «difundir la importancia de las propuestas más arriesgadas de la moda contemporánea como vehículo de reinterpretación del vestir», según explicó el comisario de la muestra Juan Gutiérrez. Y la verdad es que promete no dejar indiferente a nadie.
El primer espacio de la exposición está dedicado a los materiales con los que se confeccionan prendas. Por ejemplo, Paco Rabanne utilizó acetato y anillas metálicas para crear un vestido que liberaba el cuerpo de la mujer. En el 2002, David Delfín subió a la pasarela madrileña una polémica colección en la que se incluía un vestido largo con escote palabra de honor confeccionado con vendas sanitarias. Y un año después, Karl Lagerfeld para Fendi cosió una cazadora de PVC con piel de zorro y cordero de aire futurista con toques medievales.
En el segundo bloque se han expuesto doce piezas que se caracterizan por el color. Estampados atrevidos, abstractos y colores psicodélicos son el denominador común de trajes confeccionados por Valentino, Emilio Pucci o Missoni. Yves Saint Laurent es, quizás, el colorista por excelencia de la moda, quien supo «mezclar como pocos, colores tan difíciles como el naranja, el rojo o el púrpura», ha detallado Gutierrez.
Tras visitar las materias y el color se pasa a la estructura, un espacio donde se exponen patrones de apariencia sencilla pero con formas complejas, entre ellos Issey Miyake, Maimekko, Rei Kawakubo o Amaya Arzuaga.
En general podremos ver de todo, desde artistas históricos de la confección y la construcción como Balenciaga y Vionnet, hasta los patrones más limpios de la década de los 90 o los modelos más transgresores y reivindicativos, repletos de mensajes cargados de pasión.
Entre muchos otros modelos encontrarás el vestido «The Super Dress», creado en papel por la firma de sopas Campbell en 1967 y que se vendía en los supermercados por un dólar, así como un modelo largo con reminiscencias chinas firmado por Vivienne Westwood.
Las piezas podrán verse hasta el próximo 16 de junio.

Pepa
11 enero, 2014Algunas publicaciones me gustaron algo maѕ ,que conste!
Animo!